Nota de contenido: | Demorado sobre rutas de arena y de sol, Un hombre ha venido, ¡Oh, pasante apenas entrevisto, Nombro la pampa, Será preciso un día, La pampa está en nosotros desvanecida. Entre la piedra desnuda de la montaña, Así que la llanura en su desierto olvido, Paralela del cielo y del sueño, Establecidos en su seno, Sólida antigüedad del gesto, En el secano que comienza Sur-Oeste adentro, Del ensueño espacial y la mudable idea, Vistas desde la pampa, La luz aquí enumera la distancia, Ceñida a su constante y desvelada imagen, Entretanto cuanto más la llanura, De paciente ceniza y ciega arena, Un vértigo de llanura, Traduzco la llanura, Vendados ya de antiguo sus ojos hueros, Ya convocando dichas de último cielo, Micho tiempo he rodado en torno, Mis días de infancia, Junto a tí en tu insondable trasombra, Con nostálgico apego, Plantado frente al llano, Toda cosa en la pampa se aleja, Cuando logres al fin más acá del silencio, Para un sentido interior, Vuelta al sur tu desierta y gris mirada, La llanura es un asombro que permanece, Atado ya a mi nombre atado ya a mi sombra. |